La autorregulación en niños de preescolar.
La edad preescolar, es una época de grandes logros en
el aprendizaje, especialmente en los aspectos socioemocionales ya que los niños
comienzan a ser más verbales, sociales y se controlan mejor. El juego con sus
pares se vuelve una actividad principal en su desarrollo y para poder
participar con otros, es necesario que desarrollen estrategias de
autorregulación.
La autorregulación, es
el proceso de ejercer control sobre nuestras acciones (permitiéndonos pensar
antes de actuar), procesos de pensamiento y emociones. Los niños aprenden y
adquieren gradualmente, las habilidades de autorregulación, las cuales
incluyen: expresión adecuada de emociones, interiorización de reglas, control
de impulsos y espera de la gratificación inmediata.
El papel de la persona
adulta, es de guía, la cual debe dejarles de manera gradual la responsabilidad
de sus propias acciones. Es por ello, que debemos promover que los niños hagan
elecciones propias y observen las consecuencias de actuar de una u otra manera.
En la interacción cotidiana con los niños, padres y profesores podemos promover
este desarrollo a través de acciones específicas.
Existen tres tipos de autorregulación que son la
conductual, emocional y cognitiva. Aunque se pueden dividir para describir cómo
se desarrollan y se promueven, cada una está interrelacionada entre sí.
Autorregulación
Conductual: Es la habilidad para inhibir acciones,
incluye la habilidad para no hacer algo y la habilidad para controlar la
velocidad con que se hace.
¿Cómo
podemos promover el desarrollo de la autorregulación conductual?
·
Establece reglas claras y consistentes que
le permitan a tu hijo una mayor autonomía y regulación. Es importante que sean
claras, cortas y razonables para su edad. Una regla básica que suele
favorecer la autorregulación es: “tú puedes cuidar de ti y de los demás, sin
dañarte, dañarlos o dañar las cosas”.
·
Brinda opciones de acciones a realizar.
Por ejemplo, en vez de decirle “no agarres los juguetes” puedes decir “Ahorita
no puedes sacar los juguetes pero podemos leer un cuento”.
·
Da oportunidades para elegir. Aún cuando
las cosas que debe hacer el niño son parte de la rutina podemos darle la
oportunidad de elegir entre alternativas. Por ejemplo: ¿Quieres avena o granola
para desayunar?
·
Ayúdalo a tomar decisiones: Haciéndole preguntas sobre las consecuencias que obtendrá si toma una
u otra decisión. “Si te gastas lo que has ahorrado tendrás que empezar a
ahorrar otra vez para comprar el juguete que quieres, si lo sigues ahorrando en
poco tiempo podrás comprarlo”.
Autorregulación
Emocional: Es la habilidad para regular las
emociones.
¿Cómo
promover la autorregulación emocional?
Las personas adultas apoyamos en este
sentido, en la medida en que le damos nombre a las emociones, modelamos lo que
podríamos hacer ante estas y promovemos que el niño reconozca su emoción. Por
ejemplo, podemos ayudar a nuestro hijo a autorregularse cuando se muestra
enojado y le decimos: “estás tan enojado que prefieres no ir a cantar con tus
amiguitos”, compartirle estrategias que podría poner en práctica para abordar
la emoción: “cuando yo me enojo busco un espacio tranquilo, respiro y cuando
siento que ya quiero estar con los demás salgo y voy con ellos”.
Autorregulación Cognitiva: Es la
habilidad para planear, enfocar la atención en una tarea determinada,
solucionar problemas. Incluye la habilidad para esperar y no obtener lo que se
desea de manera inmediata.
¿Cómo
podemos promover la resolución de problemas de manera reflexiva?
·
Ayuda a tu hijo a pensar lo que pasará
después, por ejemplo al leer un cuento detenerse y preguntar “¿qué crees que
pase cuando el niño llegue a su casa?"
·
Bríndale un apoyo gradual según sus necesidades, por ejemplo al
resolver un problema primero decirle cómo hacerlo y poco a poco dejarlo que él
decida qué hacer.
·
Haz uso de materiales que refuercen la
planeación, por ejemplo rompecabezas o bloques.
¿Un niño que obedece es auto regulado?
El hecho de que un niño
obedezca no significa que tiene la capacidad de autorregulación. Si un niño
siempre hace lo que le piden pero no puede tomar decisiones propias o no sabe
cómo reaccionar en situaciones que le resultan nuevas está siendo regulado por
otros.
Los niños que tienen
mejor autorregulación muestran mayor autoconfianza, autoestima, mejores
habilidades cognitivas y sociales, son más independientes y tienen mayor
habilidad para manejar el estrés y la frustración.
Vanessa Y. Reyes Herrera
Colegio Lomas Hill
Coordinación de Psicopedagogía
Referencia:
Bronson,
M. B. (2000). Self-regulation in early childhood. Nature and nurture.
USA: Guilford.
Riley,
D.; San Juan R.; Klinkner, J.; Ramminger, A. (2008). Social & Emotional
Development: Connecting Science and Practice in Early Childhood Settings. St.
Paul, MN: Redleaf Press
Comentarios
Publicar un comentario