Educando con consecuencias - Parte 1

Una consecuencia es una respuesta natural hacia alguna acción. En realidad, cada acto que realizamos conlleva alguna consecuencia positiva o negativa. Implementar esto, en la educación de nuestros hijos, nos ayudará a establecer límites en casa sin convertirnos en el ogro.

Lo primero que debemos hacer para establecer consecuencias, es decidir qué batallas se tendrán que luchar hasta el final. Las batallas que involucren alguna cuestión de seguridad, higiene o salud, son guerras ganadas, en donde la opinión del niño no tiene lugar. Son circunstancias que conllevan consecuencias naturales muy graves para los niños (silla del coche, actividad que implique riesgo físico, etc.)

Nuestros niños, aún no tienen la capacidad para entender lo que puede ser peligroso para ellos. Es por eso que debemos ser nosotros, los responsables de marcar este tipo de límites.

Para todas las demás batallas que lucharemos a lo largo de la vida de estos pequeños guerreros, existe una herramienta que puede ayudarnos a aplicar consecuencias funcionales. Así que cuando vayas a poner una consecuencia asegúrate que tenga las “4C´s”:

  • Congruente; que tenga relación con la acción que la provoco. Probablemente no sea la situación que más le pese al niño (como lo sería quitarle el iPad o la tele) pero al tener relación con la conducta es mucho más fácil que el niño la integre y por lo tanto no la repita.
  • Consistente; siempre que se presente la acción, se presente la MISMA consecuencia. Esto ayudará al niño a entender que pase lo que pase siempre recibirá la misma respuesta y por lo tanto evite realizar la acción que la desencadena.
  • Corta/Clara; seamos sinceros, a veces tendemos a exagerar un poco la consecuencia con el fin de que se escuche más fuerte y el niño reaccione. No obstante, aplicar una consecuencia muy larga, hace que se pierda el sentido de la misma y por lo tanto su integración.
  • Cumplible; la ley de oro. Si no lo puedes cumplir, ni se te ocurra decirle al niño. En ocasiones pensamos que si amenazamos al niño con una situación grave, entenderá y entrará en razón. No obstante, cuando decimos cosas que no cumplimos, les enseñamos un patrón a los niños de “lo que dice nunca pasa” y por lo tanto la autoridad y credibilidad que tenemos frente a ellos se va haciendo cada vez más débil.

Si las consecuencias que aplicas en casa, cuentan con estas 4C´s, es probable que sean mucho más efectivas que cualquier castigo. En el proceso de aplicación, es muy importante que:

  • Anticipes las posibles consecuencias.
  • Des opciones y motives a tu hijo a realizar las cosas de forma divertida.
  • Seas muy firme en la aplicación de consecuencias. 


Pilar Márquez
Psicopedagoga
Ex-colaboradora en el Colegio Lomas Hill
www.lomashill.com

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