Preparar mochilas sí, pero también emociones
Agosto es sinónimo de listas, mochilas nuevas, uniformes listos, mucha organización y emociones, aunque a veces éstas últimas no se vean.
El regreso a clases no solo marca el final del verano, también es una transición emocional profunda, en especial para los niños. Y prepararnos emocionalmente es tan importante como llevar todo lo que dice la lista de útiles del colegio.
¿Mochila emocional?
Muchos niños cargan algo más que libros en sus mochilas: nervios por conocer nuevos maestros, ilusión por reencontrarse con amigos, tristeza por dejar la rutina de vacaciones, miedo por lo desconocido o incluso dudas sobre si serán suficiente y estarán listos para lo que viene.
Según el Child Mind Institute, validar esas emociones desde casa es uno de los factores que mejor predicen una transición saludable de regreso a clases.
Reconoce lo que sienten aunque no te lo digan
No todos los niños expresan abiertamente cómo se sienten. Algunos lo hacen con actitudes (puede que estén más irritables o apáticos, por ejemplo), otros con síntomas físicos (como dolor de estómago o insomnio). Observar cambios en el comportamiento y abrir espacios de conversación, puede marcar la diferencia.
Un buen inicio es algo tan sencillo como preguntar: ¿Qué es lo que más te emociona y lo que más te preocupa de volver a la escuela?
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Foto de Matheus Bertelli para Pexels |
Preparase también es emocional
Aquí te sugerimos algunas acciones simples que pueden preparar el terreno emocional:
- Volver gradualmente a las rutinas, llámense horarios de sueño, comidas y uso de pantallas.
- Incluye a los niños en los preparativos en medida de su edad, a los más pequeños les ayuda una cuenta regresiva visual.
- Cuando hay cambios de escuela, lo ideal es que la conozcan previamente para que reduzcan la ansiedad a lo desconocido.
- Recuerden logros, amistades y retos superados del pasado.
Mamá, tu también tienes mochilas invisibles
Vacaciones tampoco son siempre sinónimo de descanso. Muchas mamás llegan a agosto agotadas física y mentalmente, hay culpa por no haber tenido un verano de ensueño, ansiedad por las dificultades de combinar vida profesional con el descanso de los niños y presión por todo lo que implica volver a la rutina. Pero pongan atención: lo más valioso no fue lo que organizaron, sino cómo acompañaron. Acompañar con presencia, validación y calma interior puede ser el mejor regalo que le den a sus hijos en este cierre de vacaciones.
Volver no tiene que ser un choque. Puede ser un ritual suave, significativo y lleno de conexión.
Al final del día, lo que verdaderamente pesa en la mochila de nuestros hijos son los vínculos que los sostienen mientras caminan.
Fuentes: Child Mind Institute. Back to School (and Work) Anxiety. Agosto 2021.
U.S. Department of Education. Supporting Child and Student Social, Emotional Behavioral, and Mental Health Needs.
Community Health Network. How to Prepare your Child Emotionally to Go Back to School. Agosto 2022.
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