Carga mental: cómo identificarla y redistribuirla sin culpa

Octubre nos recuerda el Día Mundial de la Salud Mental y abre una conversación necesaria: muchas mamás llevan, además de su trabajo profesional, una segunda jornada que llega a pasar inadvertida para muchos. No se trata solo de tener infinidad de tareas, sino de sostener el hilo conductor que hace que todo funcione: recordar vacunas y festivales, prever uniformes y traslados, decidir menús y presupuestos, coordinar horarios y verificar que cada pieza encaje. ¿Importa ponerle nombre? Sí, porque hacer visible lo invisible permite cambiarlo. La evidencia muestra que una carga cognitiva desigual se asocia con más estrés, síntomas depresivos, burnout y fricción en la vida en pareja. No es un tema de “ organizarse mejor”, sino de repartir de forma más justa el trabajo mental para que la familia funcione sin que una sola cabeza esté encendida todo el tiempo. En nuestro contexto, muchas familias cuentan con apoyo doméstico remunerado ; aun así, la carga mental no ...