¿Cómo mejorar los hábitos escolares en casa?
Muchas veces me he preguntado: ¿A quiénes le disgustan más las tareas, a los padres o a los hijos? La lucha frecuente por completar las tareas es real y una que puede generar animosidad entre padres e hijos.
Afortunadamente, existen muchas herramientas que pueden apoyarnos para que este momento no sea uno amargo; sino una oportunidad para desarrollar en nuestros hijos los hábitos de responsabilidad e independencia al momento de realizar sus tareas y dedicar tiempo a los estudios; habilidades que sin duda les serán útiles el resto de su vida académica e incluso laboral y personal.
El maestro Masaaki Imai desarrolló un simple pero efectivo sistema progresivo y paulatino que el día de hoy quiero compartir con ustedes. Es una fórmula sencilla que funciona con chicos y grandes. El secreto de esta técnica es: la constancia.
Este plan consiste en dedicar un minuto (¡sí! únicamente un minuto) a aquella tarea o actividad que más trabajo nos cuesta; en este caso: que nuestros hijos se sienten a realizar sus tareas escolares. Es vital que este minuto sea dedicado de manera diaria alrededor de la misma hora. Un minuto es un tiempo que chicos y grandes pueden dedicar sin demasiado postergar, negociar o generar una lucha de poder entre padres e hijos.
Una vez que ya resulta sencillo y natural el realizar la misma actividad por espacio de un minuto, se pueden incorporar, paulatinamente más minutos (de 5 en 5) para lograr vencer la resistencia y convertirlo en un hábito: en algo que se hace por iniciativa y de manera disciplinada. Al poco tiempo notarán cómo el ejercicio de realizar las tareas y tiempo de estudio se vuelve una actividad incorporada a nuestra rutina que no genera incomodidad o pesar.
Este sistema se conoce como “la regla del minuto” o el “método Kaizen” que se basa en la calidad con un enfoque empresarial. El vocablo -Kaizen- se conforma de dos palabras japonesas: -Kai- que significa cambio y -Zen- que se refiere a sabiduría. Es así que el método alude a realizar cambios con conciencia, con inteligencia para incorporar lo positivo a la vida cotidiana.
Si ustedes lo desean, pueden aplicar esta regla del minuto a prácticamente cualquier actividad doméstica o necesaria para nuestros hijos. Formarlos en hábitos, disciplina y responsabilidad es nuestra tarea como padres. Estos límites y orden en sus labores diarias les permiten desarrollarse armónicamente, entender los comportamientos humanos sociales y convertirse en miembros activos, funcionales y participativos de la sociedad.
Mariana Resa
Vice Principal
Lomas Hill International School
www.lomashill.com
Afortunadamente, existen muchas herramientas que pueden apoyarnos para que este momento no sea uno amargo; sino una oportunidad para desarrollar en nuestros hijos los hábitos de responsabilidad e independencia al momento de realizar sus tareas y dedicar tiempo a los estudios; habilidades que sin duda les serán útiles el resto de su vida académica e incluso laboral y personal.
El maestro Masaaki Imai desarrolló un simple pero efectivo sistema progresivo y paulatino que el día de hoy quiero compartir con ustedes. Es una fórmula sencilla que funciona con chicos y grandes. El secreto de esta técnica es: la constancia.
Este plan consiste en dedicar un minuto (¡sí! únicamente un minuto) a aquella tarea o actividad que más trabajo nos cuesta; en este caso: que nuestros hijos se sienten a realizar sus tareas escolares. Es vital que este minuto sea dedicado de manera diaria alrededor de la misma hora. Un minuto es un tiempo que chicos y grandes pueden dedicar sin demasiado postergar, negociar o generar una lucha de poder entre padres e hijos.
Una vez que ya resulta sencillo y natural el realizar la misma actividad por espacio de un minuto, se pueden incorporar, paulatinamente más minutos (de 5 en 5) para lograr vencer la resistencia y convertirlo en un hábito: en algo que se hace por iniciativa y de manera disciplinada. Al poco tiempo notarán cómo el ejercicio de realizar las tareas y tiempo de estudio se vuelve una actividad incorporada a nuestra rutina que no genera incomodidad o pesar.
Este sistema se conoce como “la regla del minuto” o el “método Kaizen” que se basa en la calidad con un enfoque empresarial. El vocablo -Kaizen- se conforma de dos palabras japonesas: -Kai- que significa cambio y -Zen- que se refiere a sabiduría. Es así que el método alude a realizar cambios con conciencia, con inteligencia para incorporar lo positivo a la vida cotidiana.
Si ustedes lo desean, pueden aplicar esta regla del minuto a prácticamente cualquier actividad doméstica o necesaria para nuestros hijos. Formarlos en hábitos, disciplina y responsabilidad es nuestra tarea como padres. Estos límites y orden en sus labores diarias les permiten desarrollarse armónicamente, entender los comportamientos humanos sociales y convertirse en miembros activos, funcionales y participativos de la sociedad.
Mariana Resa
Vice Principal
Lomas Hill International School
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