10 reglas que se convierten en aprendizaje

 Como dicen por ahí, lo que bien se aprende nunca se olvida y los hábitos que se adquieren desde la niñez son tan trascendentales que impactan en la vida adulta. 

 

¿Quieres llevar una vida más armoniosa con tus hijos y al mismo tiempo ayudarles a desarrollar habilidades que los beneficien en unos años? Sigue leyendo.

 

Cooperación y autosuficiencia

Estas se logran principalmente a través de la colaboración en las tareas de casa, al fomentar el trabajo en equipo crecen con la idea de que su contribución es importante para el beneficio mutuo, en este caso vivir en un ambiente limpio y ordenado. 

 

Al mismo tiempo ganan práctica en actividades indispensables como lavar su ropa o preparar la comida, con la edad pueden aprender cómo funcionan los pagos de servicios y de tarjetas de crédito; la finalidad es que puedan enfrentar la vida adulta con mayor soltura. 

 

Respeto 

La premisa es que no es necesario que las personas les caigan bien para ser respetuosos, situándolos en que todos tenemos roles y funciones diferentes, el ambiente de respeto no se debería perder en ninguna circunstancia porque pueden encontrar la forma de resolver conflictos. 

 

Orden

Lejos de esperar una recámara reluciente, sí debería haber cierto orden y limpieza, esto tiene que ver un poco con la independencia y el ser capaz de mantener su alrededor “habitable”. 

 

Ahorro

Todos los niños y adolescentes necesitan aprender a esperar y a reconocer el valor monetario de las cosas. Si les damos todo lo que piden no solo vivirán lejos de la realidad, sino que entenderán que el límite es el cielo y no hay cartera que resista eso. 

 

Ya sea que ahorren lo que les das semanalmente o hagan labores extra en casa, permite que encuentren cómo satisfacer necesidades o pequeños lujos, no creerás la satisfacción que sentirán. 


Foto de Kampus Production

 

Modales

Además de gracias y por favor, inculcar cortesía en situaciones diarias les facilitará su desenvolvimiento en cualquier ámbito social. Seguramente pasaste por algún momento penoso con niños pequeños por la naturalidad de sus comentarios, pero conforme van madurando deben asimilar que no es correcto hablar del cuerpo de los demás, por ejemplo. 

 

Consideración y consciencia 

Este punto es elemental y podría parecer difícil porque en la adolescencia es común que los chicos crean que todo se trata de ellos. Pero a los dos años empieza el desarrollo de la empatía, son capaces de identificar las emociones de los demás; el proceso de maduración continúa para que alrededor de los doce entiendan no solo los sentimientos, sino la condición de vida de los otros

 

Para poner en práctica estas habilidades en el día a día hay que hacerlos conscientes de que sus decisiones afectan a los demás, ¿cómo? En escenarios simples como reemplazar el papel higiénico del baño cuando lo hemos terminado, ofrecer nuestra ayuda a alguien que se ve preocupado, incluso verbalizar que uno de sus hermanos tiene un mal día y que es amable darle su espacio. 

 

Confianza

El punto central es comunicar que la confianza se construye y que cuando se pierde hay que ganarla nuevamente. 

 

Haz que las consecuencias sean adecuadas a la falta, al mismo tiempo sé muy claro con lo que esperas: que no repruebe las materias, que esté donde diga que estará, que llegue a la hora que consideres prudente, que siempre conteste tus llamadas y mensajes, etc. 

 

Corregir sus errores

Déjale saber que equivocarse está bien, que siempre lo apoyarás. Pero también que hay que enmendar los errores, este tipo de responsabilidad los hace reflexionar sobre las consecuencias y los alcances de sus acciones.

 

Honestidad

Tanto para las cosas agradables como para las que no, explícale con palabras y hechos que valoras su sinceridad. No importa la situación, si te dice la verdad agradécelo y después toma las medidas que sean necesarias.

 

Escucha activa

No oír, escuchar con atención plena, esto es sin audífonos, sin celulares u otros distractores. No necesitas que te recordemos que tus hijos tendrán que verte hacer lo mismo. 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Scary Mommy. Katie Bibgham – Smith. Febrero, 2020.

 

 

 

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