Sí es posible mejorar la comunicación con los adolescentes, te decimos cómo

Si no escuchamos adecuadamente a los adolescentes, nos arriesgamos a hacerlos sentir como si estuviéramos ignorando sus preocupaciones e invalidando sus sentimientos.


¿Recuerdas cuando tu teen era un pequeñito de 2 años, que al mismo tiempo que descubría el mundo de forma activa, hacía preguntas, traspasaba límites y hacía uno que otro berrinche? Bueno, pues la adolescencia podría ser algo parecido, tienes que esperar disrupción y poca regulación emocional. En cambio, si te das permiso de conocerlo y lo sueltas, vas a impulsarlo para que se convierta en un adulto seguro de sí mismo. 


Ni autoritaria ni permisiva, sitúate en el medio como una compañera que regula, que acompaña con límites. No vas a caerle perfecto, vas a ser su lugar seguro, ese que va a necesitar porque va a haber errores, caídas, dolores. 



La primera recomendación es respetar su proceso a la distancia suficiente para que no se sienta perseguido, no obstante, que te sienta atenta. ¿Cómo lo hacemos? Facilitando comunicación:



  1. Ten curiosidad sin presionar por información, hasta un comentario casual es información si te mantienes abierta a escuchar más que a sacar las palabras con tirabuzón. 
  2. No trates de resolver sus problemas, valida sus emociones, no minimices sus decepciones, empatiza con frases como “Ay, eso suena difícil”, en lugar de alejar con “De todas formas esa persona no era para ti”
  3. Tómalo en serio, demuéstrale que confías para que mejoren la percepción que tiene de sí mismo, a la vez que le das la oportunidad de portarse a la altura. Ofrécele un privilegio que se haya ganado, pídele favores. 
  4. Pon reglas y prepárate para explicarlas, viven en una familia, no en una dictadura. 
  5. Sé el adulto que regula emociones, mantente coherente y lógica.
  6. Hablar no es la única forma de comunicarse, compartan actividades que ambos disfruten, mantén la experiencia lejos de cuestionarios intrusivos o regaños. 
  7. Compartan alguna comida del día, verás que de forma natural las de conversaciones casuales se pueden convertir en pláticas profundas. 
  8. Observa con cuidado, es normal que hayan cambios, pero pon atención particular en su estado de ánimo, nivel de energía o apetito, costumbres nuevas, aislamiento, apatía.

Foto de Brett Jordan para Pexels



Durante la conversación


Sé una oyente activa que no juzga ni planea respuestas, pon atención a lo que dice incluso cuando no estén de acuerdo, primero porque cuando respetas y valoras sus puntos de vista le enseñas lo mismo. Lo más importante: se va a sentir comprendido, menos solo y más tranquilo. 


  • Haz contacto visual, asiente con la cabeza, usa de forma natural tu lenguaje corporal. 


  • Pregunta de forma abierta para obtener más información teniendo en mente que no hay respuestas buenas ni malas. Trata con: ¿Podrías explicar lo que quieres decir con…?, ¿Por qué sientes enojo cuando…?, ¿Cómo crees que te habrías sentido si…?


  • Dale comentarios positivos y de afirmación cuando se está abriendo contigo. Gracias por ser valiente y contarme…, Yo sé que puede ser difícil… 


  • Valida lo que te esté contando con empatía: Entiendo que hayas sentido enojo cuando…, La frustración es válida… 



¿La conversación no va bien? 


El conflicto es inevitable, sin embargo, puedes parar y buscar un mejor momento para retomar y no lastimar más la relación. Hazlo cuando: 


  • La plática se convierte en enfrentamiento, va en picada, hay regaños, gritos, peleas. 
  • Te estás sintiendo enojado, rechazado, culpable. 
  • El problema simplemente no está siendo solucionado. 


Cuando replanteen la conversación ve con una nueva actitud:


  • Elige qué es importante discutir. ¿Está en juego su seguridad? Discútanlo. ¿Su recámara está hecha un desastre? Déjalo pasar ¿Está disminuyendo su rendimiento académico considerablemente? Discútanlo ¿Dejó de ser excelente en matemáticas y ahora solo es bueno? Déjalo pasar. ¿Constantemente llega tarde, no avisa en dónde está y no responde su celular? Discútanlo. ¿No quiere ir a casa de la abuela un fin de semana? Déjalo pasar. 


  • Negocien cómo va a ser su comunicación, pónganse un límite de tiempo, dense tiempo para hablar y escuchar, propongan estrategias que ayuden a ambas partes a mejorar la comunicación. 


  • Antes de prohibir o negar algo considera si tu hijo es lo suficientemente responsable como para que esa vez des permiso. 


  • Cuando vayas a decir que no explica el por qué, lo hemos mencionado antes, normalmente los adolescentes no tienen en mente las consecuencias ni los riesgos, pónselos en frente. 


Lo que hablen en esta etapa será decisivo en la toma de decisiones en situaciones importantes como el inicio de la vida sexual, el uso de sustancias, inteligencia emocional, amistades, futuro profesional, etc. 


Fuentes: Tips for Communicating With Your Teen. Rachel Ehmke. Child Mind Institute. Abril, 2023.

11 tips for communicating with your teen. UNICEF

Teenagers and communication. Better Health Channel. Agosto 2014.

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