Amigo de mis hijos: ¡Sí! ¡No! ¿A veces?

¿Podemos ser amigos de nuestros hijos cuando claramente hay una diferencia de autoridad? La respuesta concisa es no. Y esto no quiere decir que hay que adoptar modelos de crianza estrictos, sino que los niños tienen que recibir lo que necesitan y esto no se da en relaciones igualitarias como la amistad. 


En 2002, un estudio con adolescentes afroamericanos reportó que los papás con estilos de crianza permisivos criaban hijos que respondían violentamente a situaciones de conflicto. Por otra parte, un estudio previo con adolescentes holandeses, concluyó que la clave para el buen comportamiento y armonía familiar son las relaciones basadas en la confianza y cercanía


Ahora, ¿qué tan cercano es cercanía? Lo importante es que tú siempre funjas como el adulto que tiene que transmitir seguridad y dar tranquilidad; a pesar de que no le caigas bien 100% de las veces, tú, gracias a tu experiencia, sabes qué es lo más conveniente respecto a su seguridad y bienestar.


Foto: Ketut Subiyanto para Pexels

Esto nos lleva al siguiente punto, van a haber desacuerdos que no se van a resolver llevando una relación de amistad; en su lugar: 


  • Trata a los niños como personas con mente propia. 
  • Habla sobre lo que piensan.
  • Comparte parte de tu vida siempre que se mantenga la jerarquía padre e hijo


Como verás esto no es una relación igualitaria porque no es sano confundir papeles, al contrario, hay que reforzar tu posición de autoridad sin sacrificar la confianza de los niños: 


  1. Mantén tu autoridad con límites claros. 
  2. No le compartas información que no necesita. Tus hijos no son tus terapeutas, hay detalles que no necesitan saber porque lejos de reforzar su relación, solo causarán conflictos y angustia.
  3. Dales la oportunidad de crecer y diversificarse. Tienen que encontrarse a sí mismos como individuos, concientizar que sus acciones tienen efectos para bien y para mal.
  4. Evita que tu historia personal forme parte de la suya. Si pasaste por problemas económicos en la infancia, es normal que quieras suplir esas carencias en ellos; pero no seas permisivo por cumplir con privaciones propias. 
  5. Prepárate para estar a la altura de sus necesidades. Adáptate a sus necesidades de crianza, ningún niño es igual aunque se desenvuelvan en la misma familia. 


Como vayan madurando, su relación también irá evolucionando, y poco a poco se van involucrando en decisiones y actividades; aunque esto no significa que quieran que sean amigos.



Fuente: Are You Your Child's Friend or Their Parent? Nancy Colier. Psychology Today. Octubre 2018. 

Should parents be friends with their kids? Gwen Dewar. Parenting Science. 2013. 

Why Parents Shouldn't be Friends with Their Children. The Children’s Trust. 


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