Hogar sin estrés
“El estrés es la basura de la vida moderna: todos lo generamos, pero si no te deshaces de él adecuadamente, se acumula y se apodera de tu vida”. Danzae Pace, escritor.
Aunque estar estresado no es raro, un estudio del psicólogo Robert Epstein, revela que la capacidad de la persona media para manejar el estrés es sumamente baja, esto resuena porque la capacidad de los padres para manejar su propio estrés es un factor muy poderoso para predecir el bienestar de sus hijos, y está solo por detrás de los niveles de amor y afecto.
Sabiendo que nuestro manejo del estrés influye en el bienestar de nuestros hijos, bien vale la pena hacer algo, si bien no es posible que la crianza no pueda estar libre de éste el 100% de las veces, sí podemos aprender a manejarlo. Esto es lo que podemos hacer:
- Identifica qué cosas son las que te estresan:
Profundiza, es posible que creas que los disparadores son cosas de trabajo, al ir más al fondo podrás distinguir situaciones más específicas, por ejemplo, cuando no cumples con horarios.
- Rediseña la rutina para que puedas prevenir los detonantes de estrés en la medida de lo posible.
Epstein sugiere que la planificación es la forma más eficaz de gestionar el estrés, de forma que si incumplir con los tiempos es un elemento que dispara tu nerviosismo, puedes despertar un poco más temprano, dejar listo tu espacio para trabajar si es que estás en home office y hacer lo mismo con el lugar donde los niños toman sus clases, dejar lista tu ropa un día antes, etc.
Evitar el estrés hace tu vida más fácil, más feliz y te deja energía para las cosas que tienes que hacer.
- Sé realista y prepárate para confrontarlo.
Parte de la paternidad es aprender a soltar el control, así que hay que aprender a afrontar el estrés, puede ser con yoga, relajación, ejercicios de respiración, el método que tú elijas sin olvidar que el objetivo es que los niños perciban tranquilidad frente al caos.
Los estudios demuestran que cuantas más horas dediques a entrenarte para manejar el estrés, más libre de él estarás.
Foto de Andrea Piacquadio en Pexels
En resumen, planifica tus prioridades y gestiona el tiempo. Dedica tu tiempo a tareas vitales sin distraerte de las cosas que parecen urgentes, teniendo en mente que reaccionar durante todo el día tendrá un efecto en ti y tu familia.
Para definir tus prioridades jerarquiza desde lo importante, no de lo urgente, por ejemplo, en primer lugar puede estar tu salud física y mental, seguida de la crianza sana y feliz de tus hijos, después tu profesión o tu pasión.
Ya que tienes la lista, respétala. Suponiendo que una de tus prioridades sea hacer ejercicio diario, piensa en qué pierdes cuando no te das tiempo para ello, probablemente respondas todos los mails que tienes en tu bandeja, pero el costo será sentirte pesada todo el día, estar de mal humor, tener menos energía, ser menos productiva, etc.
Empieza poco a poco, planea para eliminar un factor de estrés a la semana y trabaja en aprender a manejarlo, te beneficias tú y todos en tu hogar.
Fuente: Is Stress-Free Parenting Possible? Christine Carter. Greater Good Magazine, Septiembre 2011.
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